Cuando estas bajo de autoestima no hay nada mejor que concertar una cita con ellos. Sabes que van a estar todo el tiempo alabando tu inteligencia y tu tesón. Ellos serán tus amigos del alma y te comprenderán.
A cambio sólo tendrás que confesar tus secretos. Ellos te otorgarán el consejo oportuno y guiaran tus pasos hacia el triunfo. ¿Hacia tu triunfo? o ¿hacia su triunfo?
Que mas da si ahora me siento bien.
El problema es que nunca voy a poder terminar de pagar sus honorarios. Esto no va a acabar jamás. Quizás hubiese sido mejor no haberme refugiado en ellos. ¿ahora que?
martes, 2 de junio de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)