sábado, 14 de marzo de 2009

Que valiente eres (epílogo)

Y descubro finalmente que este adalid de la libertad no acepta las críticas que con sus burlas hacia los demas va provocando, y necesita moderar los comentarios de su blog.

Sólo es amigo de los extremos: o el halago, o la réplica soez e insultante que filtra entre los textos recibidos. Directamente son eliminadas las reflexiones pausadas sobre su eximio talento.

Presumo que se encargue él mismo de redactar las airadas amenazas que contra su persona son vertidas, repitiendo cansinamente la alusión a su condición sexual y su pureza ideológica.

Esa pureza ideológica que le ha llevado a insultar como sólo él sabe hacer a su última jefa: imaginando una confesión de mujer madura sobre fantasias lúbricas con jóvenes mancebos.

Pero esta vez no tuviste valor suficiente. Te duró la gallardía escasamente ocho horas. Quizás te diste cuenta que ya te repites en exceso. Puede que hayas descubierto tu límite.

He esperado pacientemente durante un mes y has mantenido la posición. Ya no eres tan valiente. Estás empezando a defraudar a tus incondicionales.

Y a darme la razón a mi.

1 comentario:

Ana dijo...

Jope.. que pena que este personaje a quien nombras resulta que no te lea.. aunque claro, no creo que te respondiese.